Guía definitiva del aglaonema


A medida que avanza el otoño y los días se acortan, pocas plantas representan tan bien la calma, la resiliencia y el color discreto como el Aglaonema, también conocido como “Chinese evergreen” o “planta china de la suerte”. Con sus hojas decorativas y su tolerancia a la poca luz, es la compañera perfecta de noviembre: lo bastante brillante para iluminar los rincones oscuros y lo bastante fuerte para prosperar mientras muchas plantas descansan.

En Planteka, celebramos las plantas no solo por su belleza, sino por sus historias — y la del Aglaonema es una historia de resistencia, adaptación y elegancia contenida. Por eso la hemos elegido como protagonista de nuestra edición de “Planta del mes” de noviembre.

Origen y simbolismo

El Aglaonema es originario de las selvas tropicales del sureste asiático, especialmente de Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas, donde crece en el sotobosque húmedo y sombrío, protegido de la luz directa del sol.

Su nombre proviene del griego: aglaos (“brillante”) y nema (“hilo”), en referencia a las delicadas vetas luminosas que recorren sus hojas.

En la cultura china, el Aglaonema se considera un símbolo de buena suerte y prosperidad, y a menudo se regala como obsequio de inauguración de una casa o negocio. En el feng shui, se cree que atrae energía positiva y armonía, por lo que es una planta habitual en oficinas y salones.

La planta llegó a las colecciones europeas a finales del siglo XIX y rápidamente se convirtió en una de las favoritas de los aficionados victorianos por su longevidad y su follaje decorativo.

Perfil botánico

Nombre científico: Aglaonema (familia Araceae)
Nombre común: Chinese evergreen, o “planta china de la suerte”
Origen: Selvas tropicales del sudeste asiático
Forma de crecimiento: Perenne compacta y de crecimiento lento
Tipo de hoja: Anchas, brillantes y a menudo variegadas en tonos plateados, verdes, crema o rosados

Las variedades de Aglaonema van desde formas de verde intenso (Aglaonema modestum) hasta híbridos de colores vivos como ‘Siam Aurora’, ‘Red Valentine’ o ‘Silver Queen’. Su diversidad de patrones la convierte en una planta ornamental versátil, fácil de integrar en cualquier estilo de hogar.

Por qué es perfecta para noviembre

Los días más cortos y oscuros de noviembre pueden ser un reto para muchas plantas de interior. Pero el Aglaonema prefiere precisamente esas condiciones: luz indirecta y un ambiente templado. Crece lentamente, sin pausas bruscas, incluso cuando hay poca luz solar.

Sus hojas gruesas almacenan humedad, por lo que necesita menos riego durante los meses fríos. Además, los matices rojos o plateados de sus hojas aportan calidez a los interiores invernales, equilibrando los tonos terrosos del otoño.

Guía de cuidados

Luz

El Aglaonema se adapta bien a la luz baja o media. Tolera mejor la sombra que la mayoría de plantas tropicales, pero prospera con luz indirecta brillante. Evita el sol directo, que puede quemar o decolorar las hojas.

💡 Consejo: Las variedades variegadas (sobre todo las rojas o rosadas) necesitan un poco más de luz para mantener su color, mientras que las de hojas verde oscuro crecen mejor en espacios con menos luminosidad.

Riego

Riega de forma moderada, aproximadamente cada 10–14 días en otoño e invierno, o cuando los primeros 2–3 cm del sustrato estén secos. El exceso de agua es el error más común: las raíces del Aglaonema son sensibles al encharcamiento.

Asegúrate de que la maceta drene bien y nunca dejes agua acumulada en el plato.

Si tienes dudas, es preferible quedarse corto de agua que excederse.

Humedad y temperatura

Procedente de selvas húmedas, el Aglaonema agradece un ambiente con humedad superior al 50%. En interiores con calefacción, puedes pulverizar las hojas de vez en cuando o colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua.

Mantén la temperatura entre 18 y 27 °C, evitando corrientes de aire frío o descensos bruscos por debajo de los 15 °C.

Sustrato

Utiliza una mezcla suelta y bien drenada, por ejemplo: tierra universal + perlita + fibra de coco o corteza de pino a partes iguales. Esto garantiza aireación y retención moderada de humedad.

Trasplanta cada 2 o 3 años, preferiblemente en primavera, cuando las raíces empiecen a ocupar todo el tiesto.

Fertilización

Abona una vez al mes durante la época de crecimiento (primavera y verano) con fertilizante líquido equilibrado, diluido a la mitad de la dosis recomendada. Suspende la fertilización en otoño e invierno, cuando el crecimiento se ralentiza.

Poda y propagación

Elimina las hojas amarillas o dañadas cortándolas al ras del tallo para mantener una forma compacta.

La propagación es sencilla: corta un tallo con al menos un nudo y colócalo en agua o sustrato húmedo a unos 25 °C. Las raíces aparecerán en unas 3–4 semanas.

Problemas comunes y sus soluciones

SíntomaPosible causa y solución
Hojas amarillasExceso de agua → revisa el drenaje y deja secar el sustrato antes del siguiente riego.
Puntas marronesAire demasiado seco → aumenta la humedad ambiental.
Hojas pálidas o pérdida de colorFalta de luz → acércala a una ventana luminosa.
Hojas caídasEstrés por temperatura o riego irregular → revisa ambos factores.
Residuos pegajosos o telarañas finasPosible plaga (cochinillas, araña roja) → limpia con solución diluida de aceite de neem.

Estilo y decoración

El follaje denso y la forma simétrica del Aglaonema lo convierten en una planta ideal para crear equilibrio visual en un espacio.

  • Colócalo sobre un aparador o una mesa baja para dar profundidad a un rincón.
  • Combínalo con plantas colgantes como Pothos o Scindapsus para lograr un efecto en capas.
  • Usa macetas de cerámica o fibras naturales en tonos cálidos para resaltar su variegación.
  • En oficinas o zonas con luz artificial, elige variedades como Silver Queen o Emerald Beauty, que toleran muy bien la iluminación fluorescente.

El follaje denso y la forma simétrica del Aglaonema lo convierten en una planta ideal para crear equilibrio visual en un espacio.

  • Colócalo sobre un aparador o una mesa baja para dar profundidad a un rincón.
  • Combínalo con plantas colgantes como Pothos o Scindapsus para lograr un efecto en capas.
  • Usa macetas de cerámica o fibras naturales en tonos cálidos para resaltar su variegación.
  • En oficinas o zonas con luz artificial, elige variedades como Silver Queen o Emerald Beauty, que toleran muy bien la iluminación fluorescente.

El Aglaonema combina a la perfección con maderas claras, ratán y tejidos naturales, aportando una sensación acogedora y equilibrada a los interiores otoñales.

Limpia regularmente las hojas del Aglaonema para que respiren mejor y mantengan su color vivo. Aprende cómo hacerlo paso a paso en nuestro artículo.


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